viernes, 18 de abril de 2014

Las 'telecos' multiplican su valor gracias a la fibra óptica y los servicios convergentes

Las 'telecos' multiplican su valor gracias a la fibra óptica y los servicios convergentes




La fibra óptica tiene imán. Atrae inversiones, intereses y movimientos en todo el sector, tanto en España como en el resto de Europa. Los operadores de telecomunicaciones están convencidos de que el futuro de sus negocios pasa por una tecnología que tiene a toda la industria engatusada.
No es causalidad que las conexiones fijas de alta velocidad hayan protagonizado las últimas compras, como ha sido el caso de la española Ono, la holandesa Ziggo, la alemana Kabel Deutschland o la fusión de las portuguesas Zon y Optimus. A las anteriores se añade la francesa Numericable con SFR, mientras que en Irlanda, Austria y Polonia ya han abierto el melón de la consolidación.
Y la historia no queda ahí. Los analistas llevan tanto tiempo hablando de la compra de Jazztel por Orange que la gran sorpresa sería que al final no se materializara. Y que nadie pierda de vista el destino de los cableros regionales de la Cornisa Cantábrica, controlados en su mayoría por fondos de capital riesgo que podrían integrarse en un gran operador para ofrecerse después al mejor postor. Si así sucediera, Orange podría tener todas las papeletas en su poder, una vez queVodafone parece centrada en la integración con Ono.
Las fusiones y adquisiciones encuentran acomodo en un sector obligado a invertir en nuevas redes, algo que anima a unir recursos financieros y esfuerzos. Pero, al mismo tiempo, la demanda de los consumidores hacia los servicios convergentes e integrados también empuja a las compañías a enriquecer sus ofertas empaquetadas. Sin duda, los operadores que sólo disponen de un servicio -ya sea fijo o móvil-, lo tienen muy complicado para competir en un mercado con nuevas reglas y tarifas únicas.

Palos en las ruedas

Los Gobiernos de la UE hacen frente común ante la necesidad de que el Viejo Continente disponga de operadores de talla global, capaces de competir con los gigantes estadounidenses y asiáticos. Así, se han manifestado recientemente el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el titular francés de Economía, Arnaud Montebourg, quien apuntó que "la consolidación es una necesidad en Francia y en Europa, y vamos a trabajar activamente para alentarlo".
En ese escenario, Telefónica se está encontrando con más problemas de los deseados para rubricar la compra de E-Plus, filial de móviles alemana de KPN. Bruselas mantiene un doble discurso: por un lado desea jugadores europeos de gran tamaño pero, al mismo tiempo, impone condiciones muy severas cuando se trata de reducir el número de operadores en cualquiera de los mercados nacionales. De hecho, las normas antimonopolio que existen en Europa son mucho más estrictas que las del resto del mundo en materia de adquisiciones.
Tras la operación de E-Plus se esperan muchas otras adquisiciones. Stephane Richard, primer ejecutivo de Orange, ha reiterado el interés de su compañía por aprovechar las oportunidades que pudieran surgir. René Obermann, primer ejecutivo de Deutsche Telekom, coincidió con su homólogo al recomendar que los grandes operadores aprovechen el actual momento para consolidarse y para hacer frente a la competencia internacional.
Al margen de lo anterior, gran parte del interés por la consolidación responde a la necesidad de contar con accesos fijos de alta velocidad, a través de fibra o cable. En el caso de España, los datos más recientes de la CNMC confirman la pujanza de los accesos a redes de nueva generación, que ya alcanzan los 16,6 millones de líneas a cierre de 2013. El crecimiento de un año para otro fue del 23,6%, tanto la fibra óptica como el cable. Los primeros (FTTH) suman 6,2 millones de hogares potenciales, casi el doble que los desplegados en 2012.
Por su parte, la tecnología de cable (Docsis 3.0) ya estaba disponible para su activación en 9,7 millones de hogares a finales del año pasado. No conviene olvidar las conexiones de banda ancha fija de 30 megas superaban los 1,8 millones, a diciembre de 2013, con un crecimiento del 55,3%.
Telefónica ha sido la primera compañía en rendirse a las virtudes de la fibra óptica hasta el hogar, con un ritmo inversor y de despliegue que ha azuzado al resto del sector.
Quien no corre, vuela. Orange y Vodafone no pueden quedarse mirando a su rival ya que, cuando quieran reaccionar, se encontrarán con un mercado copado por el operador dominante. Según los propios operadores, Movistar prevé abonar de fibra 10 millones de hogares hasta finales de año, mientras que Jazztel hará lo propio con sus tres millones comprometidos. Hasta febrero de este año, Jazztel había desplegado su red FTTH en 1,2 millones de unidades inmobiliarias. La alianza Vodafone-Orange llevará su fibra compartida a seis millones de hogares en 2017. A lo anterior hay que añadir los miles de kilómetros de HFC desplegados por los operadores de cable, cuyas prestaciones están a la altura de la FTTH.

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